833 / Comunicado de la Coordinación General de Comunicación del Gobierno del Estado de Quintana Roo. 2 de octubre de 2018
*Con el Programa de Vivienda Rural e Indígena, el gobernador Carlos Joaquín atendió necesidades en 35 comunidades *Ahora madres jefas de familia, madres solteras, personas con discapacidad y personas de la tercera edad viven mejor
Chetumal.- En dos años, 802 familias de 35 comunidades rurales de Othón P. Blanco mejoraron sus condiciones de vida con nuevas casas.
A través del Programa de Vivienda Rural e Indígena, el gobernador Carlos Joaquín atendió las necesidades de madres jefas de familia, madres solteras, personas con discapacidad y personas de la tercera edad.
Ahora, estas familias viven mejor en casas de dos recámaras, sala comedor, baño y cocina: espacios que les permiten tener una convivencia familiar tranquila. Antes, lo hacían en viviendas endebles, muchas de ellas de láminas de cartón.
Este programa, a cargo de la Secretaría de Desarrollo Social, de la que es titular Rocío Moreno Mendoza, contribuye a disminuir la desigualdad, de acuerdo con las políticas públicas del gobernador Carlos Joaquín.
Don Daniel May Balam, de 68 años de edad y vecino de Ucum, esperó más de 42 años para tener una casa digna para vivir. En ese lapso, habitó una casa insegura. “Había estado solicitando ayuda a los gobiernos anteriores, llegaban y se iban sus representantes y nadie resolvía… Siempre era lo mismo. Sin embargo, en esta ocasión, en un año cambió mi vida y ya cuento con un espacio seguro”, dijo.
El Gobierno del Estado destinó un presupuesto de 101 millones 821 mil pesos para este programa, que inició en marzo de 2017 con 500 casas. Para dar más y mejores oportunidades a la gente de vivir mejor, el gobernador Carlos Joaquín autorizó la ampliación de 302 viviendas más.
Del total de beneficiarios, 639 son mujeres y 163 hombres, de 35 comunidades de Othón P. Blanco, entre las que se encuentran Álvaro Obregón, Carlos A. Madrazo, Huay Pix, Juan Sarabia, Nicolás Bravo, Pucté, Sergio Butrón Casas y Subteniente López.
Celsa Alvarado Domínguez, de la comunidad de Sacxán y madre soltera, dijo que por fin su familia ya tiene un techo donde resguardarse, lo que les da seguridad. “Mi sueño era tener una casa para mis hijos y ahora puedo decir que se volvió realidad. Como madre soltera era muy difícil la situación, aunque ahora las cosas cambiaron y mis hijos pueden estar en un hogar digno”, explicó.